
En 2018, belleza analógica
No es que queramos regresar a la época en la que se sintonizaban manualmente los canales de televisión y había que buscar el dial de la radio girando una ruedecita en el transistor... Pero la ola digital nos ha azotado con la fuerza de un tsunami y llegado el nuevo año tu cuerpo necesita desintoxicarse de pantallas, redes sociales y neologismos anglosajones.
La belleza empieza por el descanso, los buenos nutrientes y los rayos de sol a media tarde. No hay nada peor para nuestro aspecto que el “enganche” que sufrimos a ordenadores, tabletas y móviles. Siempre conectados. El tiempo de ocio, descanso y vacaciones se difumina en esta era digital en la que está mal visto disfrutar del placer de no hacer nada.
Las redes sociales nos mantienen alerta, informados, conectados y entretenidos, aunque la mayoría de las veces nos provocan sin ningún tipo de filtro una desazón e insatisfacción fruto de creer que necesitamos más y más cosas. Somos adictos de lo digital, miramos el móvil constantemente esperando recibir nuevas notificaciones. Todo este fenómeno afecta a nuestra salud mental pero también a nuestro aspecto exterior. La sobreexposición a las pantallas perjudica la vista y también el brillo de la piel. Permanecemos más horas en espacios interiores, privados del buen oxígeno del aire libre y el sol, también nos empuja a llevar una vida más sedentaria y a alimentarnos peor: todo esto contribuye a un envejecimiento prematuro de la piel.
¿Quieres desintoxicarte de lo digital y regresar a lo analógico? Existen algunas app’s para conseguirlo:
- Pause: Sirve para controlar el tiempo que pasas mirando la pantalla de tu móvil y te permite competir con amigos y familiares para ver quién es capaz de aguantar más tiempo con el modo avión activado.
- Moment: Se trata de una aplicación móvil que nos pone límites a las veces que consultamos nuestro smartphone.
- Forest: Se plantará un árbol virtual cada vez que se cumpla media hora sin conexión alguna a nuestros dispositivos.